Para la Asociación Estadounidense de Sociologíala posibilidad de subir de peso es mayor dentro de los dos primeros años de matrimonio y de los dos siguientes a un divorcio o separación.
Las razones pueden ser múltiples. Se encontró que existe una relación entre el estado civil y el peso y esto es porque inciden los embarazos, la educación, el nivel de ingresos y la salud. El riesgo de aumento de peso en las recién casadas es de un 33% mientras que en las divorciadas es de 22%.
Pero atención, esta investigación no corre solo para las mujeres. Los hombres también pueden engordar al casarse, se estima que un 28% gana peso luego de contraer matrimonio y un 21% después de divorciarse.
Así que ya saben chicas, si lograron llegar con un cuerpo divino para la noche de bodas, intenten no tentarse mucho con la comida. Porque a partir de ahora, casarse ¡engorda!