He sido un hombre de pueblo, sin ninguna sofisticación y nunca he pretendido parecer distinto como realmente soy. Una de las actividades más novedosas que he realizado en los últimos años, acompañado por un grupo de jóvenes que me han mostrado y adiestrado cómo hacerlo, ha sido mantener contacto con un público cada día mayor de personas a través de las redes sociales.
En esto puedo decir que he abierto una ventana diferente de comunicación con un público que se ha puesto en contacto conmigo, cotidianamente, y que me ha mostrado sus esperanzas y deseos de ver cambios sustanciales en la sociedad dominicana. No niego que el impacto que han tenido las redes sociales en otros países, en especial en los Estados Unidos, donde el entonces candidato Barack Obama hizo uso intensivo de ellas, me animaron a poner atención a ese nuevo fenómeno de las comunicaciones interpersonales.
He aprendido a usar las redes sociales y estoy haciéndolo cotidianamente, sin desatender otros compromisos políticos y electorales en los que he estado envuelto desde que lanzamos la pre-campaña interna en el Partido Revolucionario Dominicano y posteriormente, con más intensidad, cuando ganamos la convención y me convertí en el candidato oficial de mi partido.
Precisamente el jueves de esta semana, 15 de marzo, se cumplirán tres años desde que lanzáramos a las 9:18 de la noche nuestra primera iniciativa en redes sociales: nuestra página en Facebook. Fue un acontecimiento sencillo, casi en la intimidad familiar, con unos cuantos de nuestros simpatizantes y tratando de reorganizar a los muchos que sabíamos que estaban dispersos por todo el territorio dominicano y por todas partes del mundo.
La gente no lo creía. En primer lugar mucha gente pensaba que yo no tenía aptitudes para utilizar las redes sociales o que no tendría la tranquilidad para ponerme a interactuar con la gente. Y descubrí un tesoro de instrumento. Y yo mismo respondía, aunque algunos no lo creían. Ya han pasado tres años desde entonces y hoy estamos en muchas de las redes sociales que más se utilizan en la República Dominicana, incluyendo Facebook, Twitter, YouTube, y muchas otras, ahora contando con un equipo de apoyo que trabaja cerca de mí, que hace mediciones y que responde adecuadamente muchas de las cuestiones que me llegan.
Haciendo amigos en las redes sociales tuve que realizar llamadas telefónicas para confirmar que realmente era yo quien estaba en esas actividades de interacción personal. Mis amigos me pedían que llamara a un número para oírme, y cuando me escuchaban se sorprend
ían y así pude restablecer e iniciar muchas relaciones que ahora son más sólidas y que han fructificado políticamente. He tenido que crear varias páginas adicionales, incluyendo la de Fans de Hipólito Mejía, que nació el 28 de julio del 2009.
Otras muchas páginas han surgido por iniciativa de simpatizantes y amigos, lo que ha dispersado un poco nuestra presencia en las redes sociales, sin embargo, en el momento en que escribo nuestra página Oficial en Facebook HIPOLITO MEJIA, la noche del domingo, observo que tengo un gran número de fans en esta red social: 109,787.
No estoy en competencia con nadie sobre la cantidad de personas que me siguen o me apoyan. Sin embargo, es un hecho demostrado que estas redes son un escenario de la guerra política y electoral, y también en este ámbito tenemos que dar con fuerza para que nuestra presencia y nuestros puntos de vista se sientan y se discutan. Hemos mencionado el caso del presidente de los Estados Unidos, que se ayudó mucho a ganar las elecciones con estas redes, y que al mismo tiempo se convirtieron en una fuente legítima de financiamiento de su campaña electoral.
Soy testigo del activismo que mantienen el presidente Obama en las redes sociales, y sigo las cuentas de Hugo Chávez, Cristina Fernández, Dilma Rousseff, Juan Manuel Santos, Laura Chinchilla y muchos otros presidentes del continente, que cotidianamente están enviando información, y recibiendo, a través de sus cuentas de Twitter. Mantengo mi cuenta de Twitter en la que alcanzo ya casi los 54 mil visitantes.
Las redes sociales han sido y seguirán siendo instrumentos de comunicación con la gente, pero al mismo tiempo armas de contacto para enterarme de lo que realmente la gente siente. Son un arma política, pero tienen sus reglas y a ellas me he ido adaptando poco a poco. He orientado a mi equipo de trabajo a continuar con su labor y estoy convencido que su trabajo es tan eficiente como el que hacen los responsables de las áreas de trabajo en comunicación con la televisión, con la radio y con los periódicos impresos, también con los diarios digitales.
Respeto la especificidad de este nuevo medio y creo que no debe ser descuidado, porque es uno de los pocos espacios en donde la gente siente que ha retomado el poder que le han quitado. El pueblo se hace sentir en cada elección con su voto, pero muchas veces se le ha escamoteado ese voto con fraudes electorales. Esperamos que eso no ocurra ahora. En las redes sociales la gente siente la libertad de hablar y de decir lo que siente, y yo recibo miles de mensajes de gente reclamando cambios, combate a la corrupción, inversión en la educación, trabajar para bajar los precios de la comida, gente que pide mejores atenciones en los hospitales o gente que pide creación de empleos donde poder ganarse dignamente el sustento diario. La gente pide seguridad ciudadana y exige combate a las drogas, a la impunidad, a la insensibilidad. Vayan ustedes a saber cuántas otras exigencias hacen.
A modo de anécdota quiero mencionar tres casos en los cuales me involucré porque quería transmitir la idea de que yo estaba poniendo atención al país que me hablaba por las redes sociales.
Una joven iba a cumplir 15 años, y su sueño era celebrarlos conmigo, en una fiesta. En unos días, junto a parte de mi familia y algunos colaboradores en mi casa de San Cristóbal le organizamos su fiesta de cumpleaños y le hicimos realidad ese sueño. Me reservo el nombre por razones obvias.
Un joven quería apoyo para reducir de peso. Su caso era una patología considerable, pues pesaba 525 libras. Organizamos un apoyo profesional para su caso, nos reunimos con él y sus familiares y acordamos cumplir su solicitud. Hoy se encuentra bien de salud, ha reducido su peso a 240 libras y sigue rebajando.
Y el último caso, una joven cristiana que me solicitó que le regalara una Biblia firmada por mí. Reconozco y respeto ese sagrado libro, que leo con placer en momentos de descanso y reflexión, y tuve que firmar una hermosa edición de la Biblia que le entregamos a esa jovencita.
Quiero agregar que a través de otras redes sociales he interactuado con personas de diferentes lugares. Con frecuencia me reúno con mi equipo de trabajo y observamos los cambios que se van produciendo, los temas más frecuentes de debate, las menciones y la forma en que ello se refleja en el comportamiento de los usuarios. Creo que es un caso realmente impresionante en el que hemos colocado nuestro granito de arena para ganar la batalla electoral también en este ámbito.
Desde hace un año sostengo conversaciónes por Twitcam, en vivo, con miles de personas de todo el mundo, principalmente jóvenes, que nos hicieron preguntas que fuimos respondiendo en la medida en que las iban formulando.
El país tiene por delante un desafío muy grande, que es sacar del poder a la maquinaria política que desea instalar en el país una dictadura de un partido único, como dije recientemente, sustentada en el presupuesto nacional. Para lograr ese objetivo tenemos que ganar las elecciones, algo que ha sido más que comprobado que el pueblo desea con ansias y con desesperación. No podemos, como país, seguir con un poder tan delirante y averiado, tan desprovisto de sensibilidad y solidaridad y tan febrilmente dedicado a su propia cosecha para no dejar el poder.
Estoy convencido de que lo lograremos. Lo he visto en las calles y campos que he recorrido, en los parajes, municipios, provincias, regiones por donde he transitado y hablado con la gente, y también lo he palpado, más que suficientemente, a través de las redes sociales.
Felicito al equipo que me ha apoyado en estos tres años de Facebook y las demás redes sociales, y por supuesto agradezco y felicito a todos los que me han enviado mensajes de aliento, me han dado apoyo o me han dado consejos a través de esas mismas redes. Todo mi cariño y gratitud en este 15 de marzo.