Podemos afirmar que nuestro estado de ánimo se encuentra directamente relacionado con nuestro entorno y con los acontecimientos que suceden en él.
Así, cuando a nuestro alrededor todo fluye de manera positiva, vemos en general las cosas bajo un prisma de optimismo, por lo que nuestro estado de ánimo también se ve influenciado por esta situación.
Pero la realidad que vivimos hoy en día es muy diferente. De manera constante los medios de comunicación nos bombardean con mensajes de pesimismo, donde la palabra “crisis” es la principal protagonista.
En la calle cualquier conversación tiene en su gran mayoría como tema principal la “crisis” y sus consecuencias.
No podemos cerrar los ojos y reconocer que es una obviedad que nos encontramos ante una época de crisis mundial, la cual llevamos sufriendo desde hace ya varios años y de la cual seguramente muchos países tardarán en salir.
A nivel personal muchas personas viven esta situación de crisis en su vida diaria. Cada día vemos como el porcentaje de personas que se encuentran en una situación de desempleo crece de manera considerable.
A todo esto, debemos añadir que las condiciones laborales empeoran de manera considerable, ya sea por una bajada salarial, por un aumento de la jornada laboral o por la pérdida de diferentes beneficios sociales que algunos trabajadores podían disfrutar en sus empresas, entre otros factores que podamos considerar.
Todos estos cambios conllevan en muchos casos una pérdida importante de la situación de bienestar a la que muchos de nosotros nos habíamos acostumbrado hoy día y por la que nuestros padres lucharon.
También hay que añadir que muchas familias ven agravada su situación cuando la mayoría de integrantes se encuentran en una situación de desempleo.
Nuestros jóvenes ven también como todos sus esfuerzos y años de estudio quedan a la espera de que algún empresario quiera darles una oportunidad de trabajo por un sueldo muy por debajo de su cualificación académica.
Cuando vivimos y nos enfrentamos de manera continua a una situación de pesimismo como esta, podemos llegar a padecer trastornos tanto físicos como psicológicos muy importantes.
Ante tal situación nuestro estado de ánimo se ve afectado de manera importante, por tanto nuestra preocupación se traduce en tristeza, desmotivación, ansiedad, agresividad en algunos casos, aislamiento social, baja autoestima…
En definitiva tanto si estamos afectados de manera directa como si no, el desanimo es general.
A nivel físico este desánimo puede traducirse en trastornos del sueño o de la alimentación, así como otro tipo de afectaciones que en algún caso pueden llegar a ser más preocupantes.
Todos estos síntomas pueden llevarnos a padecer una depresión de la cual nos puede resultar difícil salir.
Por otro lado este hecho puede abocarnos al consumo de diferentes sustancias (alcohol, drogas,…) que nos hagan olvidar momentáneamente nuestra realidad, pero que una vez pasados sus efectos nos devolverán de lleno a ella.
Es evidente que para muchas personas que realmente se encuentran en una situación dramática donde no tienen acceso a los artículos de primera necesidad, todos estos síntomas estarán agravados.
No confiamos en nuestros políticos y en sus discursos llenos de promesas, ya que vemos que nuestro estado de bienestar general se ve o puede verse afectado sin que cada uno de nosotros pueda hacer algo al respecto.
Y ante una situación como esta… Cómo nos enfrentamos de manera optimista ante un día a día que en muchas ocasiones resulta difícil y duro para muchas personas? Y que podemos hacer para no caer enfermos ante una situación como esta?
La palabra CRISIS tiene su origen en el latín crisis que a su vez proviene de la palabra griega. Originariamente este término significa “coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución”.
Según la definición que nos da el Diccionario de la Real Academia Española la palabra crisis significa: “Mutación importante en el desarrollo de otros procesos, ya sea de orden físico, ya históricos o espirituales.”; “Situación de un asunto o proceso cuando está en duda la continuación, modificación o cese.”
Si nos ceñimos entonces a su significado etimológico, podemos observar que la palabra crisis no tiene en su origen el mismo significado que hoy en día tiene para cada uno de nosotros, si no que indica un periodo de cambio que no siempre tiene que tener asociadas connotaciones negativas.
Quizás sea este el mensaje que debamos quedarnos. Nos encontramos ante un momento donde debemos intentar ser optimistas y valorar aquellas pequeñas cosas que el día a día nos pueda ofrecer.
Puede ser que ya no podamos ir tan a menudo a cenar a un restaurante, o que no podamos comprarnos ropa cara… Pero que importancia puede tener si sabemos valorar pequeñas cosas como el ser capaces de compartir un rato agradable con nuestra familia o buscar un momento para conversar con nuestros amigos…? Por que no vamos a poder ser capaces de volver a reír?
El ser humano ha tenido siempre la capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones, de enfrentarse a momentos críticos que le han permitido evolucionar.
Quizás de este periodo de crisis cada uno de nosotros pueda resurgir más fuerte, con más conciencia del valor de aquello que tenemos y que en momentos de prisas y estrés no hemos sido capaces de valorar. Puede que podamos compararnos con el ave Fénix que resurgía de sus cenizas.
Debemos transmitir a nuestros hijos un sentimiento de optimismo, donde no toda la felicidad está basada en las riquezas materiales.
Debemos hacerles comprender que también existen otros valores que ellos sabrán aplicar cuando tomen las riendas de sus vidas.
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Autora: psicóloga Alicia Jimenez Villafuerte. “Soy licenciada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya. A parte de la rama clínica me interesa mucho la parte de la Psicología social, ya que pienso que vivimos en una época de grandes cambios donde tenemos que replantearnos algunos valores.”
La psicóloga Alicia Jimenez Villafuerte forma parte del equipo del sitio Therapion.com el cual ofrece servicios de terapia online.
Para saber más: Psicologo online