A pocos suspiros de que terminara el mes de julio, pasadas las nueve de la noche hora peninsular, con el mundo mirando la pantalla, las gradas del centro acuático llenas a rebosar y la historia pesarosa sobre sus hombros; Michael Phelps se convirtió en el mejor deportista de todos los tiempos tras conseguir su decimonovena medalla en unos Juegos Olímpicos. Deja para el recuerdo y la estadística los 18 metales conseguidos por Larissa Latynina en Melbourne '56, Roma '60 y Tokio '64 (9 oros, 5 platas y 4 bronces). La reina de la gimnasia, después de 48 años conservado su cetro, le cede el trono al apodado el 'Tiburón de Baltimore'. Pero allá donde esté, puede estar tranquila. La corona le queda muy bien a su heredero.
El norteamericano, que ya era una leyenda antes de esta noche, ha vuelto a cubrir de sueños el manto de los más pequeños. Ha hecho que lo imposible se torne en palpable y real. Que aquellos niños que anhelan alcanzar la gloria tengan en el Neptuno de la era moderna un espejo donde mirarse. Sus brazos y sus manos, aunque recuerden a las aletas de algún escualo, son de carne y hueso. Y como tal, también pueden caer. Muchos lo enterraron tras sucumbir ante Ryan Lochte en los 400 estilos, pero cuando se habla del mejor de todos los tiempos; la duda no es más que un signo de ofensa.
Es cierto que los mitos y las leyendas, al igual que el resto de los mortales, se devienen entre el blanco y el negro. Eximen la posibilidad de un gris. Así lo quieren los periódicos, que son capaces de colgar de la cuerda floja a un ídolo al mismo tiempo que lo inmortalizan junto al resto de deidades del deporte. Sin embargo, su caída frente a Lochte no será más que la anécdota de una carrera llena de datos para la memoria colectiva. 'El tiburón de Baltimore' acumula cerca de 40 plusmarcas mundiales, 15 oros, 2 platas y 2 bronces. Sus registros dejan en un plano menor los 15 metales deAndrianov (9 oros, 5 platas y 3 bronces), los 11 de Spitz o los 10 de Carl Lewis (9 oros y 1 plata). Si en el cielo existiera un escalafón para colocar a todos los dioses olímpicos, Phelps tendría como empleados subalternos a Bob Beamon, Dick Fosbury o 'El hijo del viento'; superados todos ellos por el norteamericano.
Para el gran público, el rey de los mares llegó en Atenas. Entre los muros del origen de todo, hizo un primer amago de lo que vendría a continuación. Las ruinas no quisieron perderse como en primera instancia se colgaba 6 oros al cuello y dos bronces; quedándose cerca de Mark Spitz (conservaba el récord de 7 metales en unos Juegos). Sin embargo, cuatro años después superaría a su compatriota al sumar ocho en Pekín. Rebajó un escalafón a su antecesor y se quedó a tres medallas de la gloria eterna.
Esas tres medallas las consiguió en Londres. Quizá no de la forma más brillante ni la más histórica, pero las consiguió. En ese devenir del blanco y el negro, Phelps se situó en el gris con tres platas en 200 mariposa, 4x100 libres y un oro en el 4x200. Ya es el más grande, o mejor dicho, el mejor de todos los tiempos.
MEDALLERO:
Juegos Olímpicos de Atenas 2004:
-Oro en 100 metros mariposa.
-Oro en 200 metros mariposa.
-Oro en 200 metros estilos.
-Oro en 400 metros estilos.
-Oro en 4x200 metros libres.
-Oro en 4x100 metros estilos.
-Bronce en 200 metros libres.
-Bronce en 400x100 libres.
Juegos Olímpicos de Pekín 2008:
-Oro en 400 metros estilos.
-Oro en 4x100 metros libres.
-Oro en 200 metros libres.
-Oro en 200 metros mariposa.
-Oro en 4x200 metros libres.
-Oro en 200 metros estilos.
-Oro en 100 metros mariposa.
-Oro en 4x100 metros estilos.
Juegos Olímpicos de Londres 2012:
-Plata en 4x100 metros libres.
-Plata en 200 metros mariposa.
'El tiburón de Baltimore' suma 15 oros, 2 platas y 2 bronces. Supera a la gimnasta Larissa Latynina, que consiguió 18 metales.