Muchos le otorgan propiedades casi mágicas. Los más entusiastas la llaman “un milagro” o “la supercomida máxima”. Dicen que actúa como desinflamatorio, ayuda al corazón y mantiene controlado los niveles de azúcar en la sangre. Se encuentra principalmente en Centroamérica y México. Se llama chía o salvia hispánica. Es familia de la menta. Tiene más Omega 3 que el salmón. Es rico en minerales, proteínas y fibra. Su sabor puede llegar a ser un poco desabrido.
En los últimos dos años han aparecido productos en todo el mundo que incluyen la chía. Solo en Estados Unidos hubo 34. Está en productos diversos, desde comida para bebés hasta comida rápida. Un artículo de la BBC nos enseña de qué trata esta semilla que podría revolucionar la alimentación moderna.
DEMASIADO BENEFICIO
El escritor Christopher McDougall publicó “Born to Run”, un libro que trata sobre una tribu en México de corredores de fondo. Ahí describe que ellos se alimentan de chía. “Una cucharada de chía es como un licuado de salmón, espinaca y hormonas del crecimiento humanas. (…) Si uno tuviera que escoger una comida para llevar a una isla desierta, no podría escoger algo mejor que la chía, al menos si está interesado en tener más músculos, bajar el colesterol y reducir el riesgo de cardiopatías.”, escribe.
Así también David Nieman, el director de los laboratorios de rendimiento humano en la universidad Appalachian State, analizó la semilla. “Como paquete nutricional es fantástica, pero que no es una píldora mágica”. Los aztecas tenían a la chía incluida en su dieta. Además la usaban en ceremonias religiosas y en medicina natural. Se dice que desapareció durante 500 años y después solo se encontraba en ciertas partes de México y Guatemala.
CON CUIDADO
Hay de los que no compran el cuento. Elisabeth Weichselbaum, en representación de la Fundación Británica de Nutrición, declaró que no sabía de la existencia de la chía. Sin embargo, también dijo que “la mejor manera de permanecer saludable es comer una variedad de comidas”, por lo que no cree en sus propiedades fantásticas.
Para Catherine Ulbricht, fundadora de la organización de medicina integral Natural Standard, hay que tener cuidado con el consumo de la semilla. “Las personas piensan que con las terapias naturales pueden consumir tanto como quieran porque es natural, pero tienen efectos secundarios potenciales como cualquier otra terapia. (…) Cualquier cosa que genere una acción en el cuerpo también puede tener una reacción. Nada es sólo puro beneficio“, sentenció Ulbricht.