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Si, el racismo y la discriminación no se han detenido en las puertas de Hollywood. Muy el contrario, Hollywood ha contribuido lo suyo -y ha sido más que bastante- en la propagación de los mismos, aunque los afroamericanos han conquistado sus espacios, a los que les falta mucho para ser equivalentes a los reservados para los anglo. También los latinos han sido tradicionalmente machacados en el industria del cine, pero han registrado incorporaciones cualitativas mayores que tiempo atrás, porque si, los tiempos han cambiado.
Es de entender perfectamente la irritación, la sensibilidad y suspicacia de las personas negras, cuando eligen a blancos entintados para representarlos en el cine, pero la reacción de algunos familiares de Nina Simone, porque eligieran a Zoe Saldaña para hacer el papel de la artista en una película es de una estupidez supina y una grosería ramplona completamente injustificadas. Que la piel de Zoe sea algunos tonos más clara que la de Nina y que la oscurecieran y que le encresparan mas el cabello y que su nariz fuera ajustada, en busca de mayor fidelidad en el aspecto físico, no es ningún agravio contra nadie. Si hubieran elegido a Nicole Kidman para transformarla en Nina Simone, si se justificaría la indignación; pero Saldaña es una excelente elección y no solo por la negritud compartida, sino hasta por el substrato de historia en común, de mujeres negras, abriendo paso en un mundo que no acaba de ubicar la dirección correcta para dirigir sus odios.

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