Por medio de un largo proceso de evolución, las gallinas llegaron a ser la especie que conocemos hoy en día. En algún punto, una ave ancestral produjo una descendencia que debido a una mutación genética dio el paso necesario para convertirse en gallina. Es decir, un animal muy parecido a la gallina finalmente dio luz al pollo que conocemos. Dado que esta primera gallina nació de un huevo, se puede decir que el huevo vino primero.
Visto desde otro ángulo, la pregunta se podría replantear a ¿Cuál vino primero en la historia evolutiva? El huevo vuelve a tomar precedencia ya que muchas características del huevo moderno, como su forma asimétricamente ovalada y la dureza de la cáscara, existían desde antes de las aves. Los huevos de dinosaurios presentaban estas cualidades desde hace aproximadamente 150 millones de años.
Hace casi 300 millones de años, ocurrió otro episodio clave en la historia de los huevos de las aves. Algunos vertebrados de cuatro patas evolucionaron para producir huevos amnióticos. Los embriones dentro del huevo se rodeaban por tres membranas llenas de fluido que le otorgaban protección y nutrición. Los primeros huevos amnióticos contenían una gran cantidad de yema, cosa que aun se puede ver en los huevos de aves y algunos reptiles.