Lo que no estaba claro, sin embargo, era si las cantidades necesarias para ofrecer beneficios a la salud son seguras para el ser humano.
Estudios en el pasado habían demostrado que el sulforafano inhiben la actividad de un grupo de enzimas, llamadas enzimas histona deacetilasa o HDAC, involucradas en el desarrollo del cáncer.
Este grupo de enzimas, tienen acceso al ADN y juegan un papel en la forma como se expresan algunos genes, incluidos los genes supresores tumorales, los cuales pueden reducir el riesgo de que una célula sana se transforme en una célula cancerosa.
Éste es uno de los mecanismos clave en el desarrollo de cáncer y las enzimas HDAC parecen ayudar a "encender" estos genes y restaurar el estado normal de las células. En estudios llevados a cabo con ratones alimentados con una dieta rica en sulforafano los científicos lograron disminuir el crecimiento de un tumor de próstata y demostraron que el sulforafano logró dirigirse a las células cancerosas sin dañar a las células de próstata normales de los ratones.
Los científicos afirman que: "Estos resultados sobre la seguridad relativa del sulforafano en el tejido normal tienen una importancia clínica relevante para que el sulforafano pueda utilizarse en la clínica".
Actualmente se están llevando a cabo ensayos para probar la eficacia de este compuesto como tratamiento de cáncer de próstata y mama.
Los expertos subrayan sin embargo, que para aprovechar todos los beneficios que pueden obtenerse con las crucíferas, hay que comerlas crudas.