Bruselas.- Las enfermedades y dolencias relacionadas con el cerebro afectaron a uno de cada tres ciudadanos europeos en 2010, según un informe presentado hoy en el Parlamento Europeo por el European Brain Council (EBC), que reclama una mayor inversión en la investigación médica y farmacéutica en este campo.
El impacto social y económico en la UE de las disfunciones mentales y neurológicas “es creciente” y ha superado ya al causado por el cáncer o por las enfermedades cardiovasculares, según dijo a Efe el director ejecutivo del EBC, Alastair Benbow, en una entrevista telefónica.
El coste anual de este tipo de enfermedades en la UE alcanzó los 800.000 millones de euros en 2010, según el informe elaborado por expertos médicos y económicos, y presentado hoy ante la Eurocámara.
Más de un tercio de los ciudadanos europeos se han visto afectados por estas patologías de forma directa o indirecta, es decir, o las han padecido o han tenido que atender a alguien que las sufría.
El informe cubre un centenar de patologías, e incluye desde dolencias de carácter leve como dolores de cabeza, migrañas o insomnio hasta enfermedades graves como los infartos cerebrales, el Parkinson, el Alzheimer, la demencia senil o la psicosis.
Las patologías que más han aumentado en los últimos años son los trastornos del estado de ánimo -en especial la depresión- y la demencia senil, según explicó Benbow, quien también señaló que ambas son “las más costosas” (cada una supone un gasto de 100.000 millones de euros anuales en la UE).
El aumento de la prevalencia de ambos trastornos está relacionado con el envejecimiento de la población y, en el caso de la depresión, “también puede explicarse por la difícil situación económica” que atraviesan los estados miembros, señaló el experto.
El informe señala que el impacto socioeconómico “seguirá aumentando” con el incremento de la esperanza de vida, por lo que este tipo de patologías supone “el primer desafío económico para la UE en política sanitaria”.
Para combatir esta tendencia, Benbow destacó la necesidad de “un aumento significativo en la financiación de la investigación” en este campo, así como en los recursos destinados a los servicios sanitarios.
El EBC pide a la Eurocámara que la UE sitúe como “prioridad política” a la investigación, el diagnóstico, la prevención y el tratamiento efectivo de las disfunciones mentales y neurológicas.
Benbow subrayó en concreto las dificultades de la investigación de nuevos tratamientos para enfermedades neurológicas, que hacen que sea un proceso “muy complejo y costoso” para las farmacéuticas.
En los últimos años, estas compañías “han dejado de lado” el desarrollo de nuevos fármacos para las patologías relacionadas con el cerebro “porque es más rentable invertir en otras cosas”, afirmó el experto.
El EBC sugiere la simplificación de las normativas nacionales y europeas para probar medicamentos y lanzarlos al mercado, así como que los países promuevan proyectos de colaboración público-privados para investigación en este campo.
Asimismo, reclama “una estrategia europea a largo plazo” para mejorar la prevención de las patologías y la formación de los profesionales sanitarios para tratarlas, añadió Benbow. EFE