1 La adicción al juego siempre ha estado mal vista.
Durante mucho tiempo la adicción al juego ha sido mal vista porque se le ha considerado como un vicio. Como no había sustancia de por medio como ocurre con el alcohol o con las drogas, se consideraba que era algo que la persona podía hacer o dejar de hacer en cualquier momento. Antes de jugar se siente cierta tensión o cierto nerviosismo que se calma jugando.
2 El adicto al juego suele tener otros problemas asociados.
El juego deja de ser una diversión cuando se hace para ganar dinero, cuando se empieza a jugar en solitario, cuando se hace para evadirse de los problemas o cuando se invierte cada vez más dinero para recuperar lo invertido. Además, el juego suele estar asociado al consumo de alcohol y con otras sustancias como la cocaína y el tabaco.
3 La vida familiar se ve directamente afectada.
La vida familiar de las personas adictas al juego suele ser bastante complicada porque su ámbito más cercano suele estar cansado de mentiras y de abusos.
La familia es una ayuda fundamental y que debe intervenir en la terapia. Sin embargo, la única forma de superar esta adicción es poniéndose en manos de un profesional.
4 El paciente debe estar concienciado para dejar de jugar.
Un jugador debe saber que durante el tratamiento se tendrá que abstener del juego completamente. No podrá tener control del dinero y deberá abstenerse de acudir a bares y lugares donde pueda encontrar máquinas de juego. Tendrá que llevar una planificación de las deudas realista y buscar planes para solventar las deudas.
5 Pide ayuda a un psicólogo o a una asociación especializada.
Debido a los problemas económicos y personales asociados, es complicado que el jugador pida ayuda. Si no tienes una economía que te permita acudir a un psicólogo, debes saber que existen asociaciones especializadas que pueden ayudarte a ti o a tu familiar de forma gratuita.